Tan sólo en 2019 la Sala Superior mantuvo un “inventario” de juicios cuyas cuantías rebasan la nada despreciable cantidad de $223,134´000,000.00. Si a usted le distraen tantos ceros, como me ocurre a mí, con gusto le traduzco la cifra al castellano: doscientos veintitrés mil millones de pesos.